La historia de los "Lobos de Mibu"

La historia de los "Lobos de Mibu"

El "Shinsengumi"

El siglo 19 finalizaba en Japón, gobernado por los Shogunes Tokugawa, en total aislamiento del mundo exterior.  Barco que se acercaba a las costas, era cañoneado hasta que se alejara definitivamente. Ningún extranjero podía pisar el país, y ningún japonés podía abandonarlo- o regresar si lo había hecho. 

Hasta que una flota norteamericana, comandada por el Almirante Perry, dió un ultimatum al gobierno del Shogún: O abrían el Japón, o era guerra.

El pensamiento Budista del día

Paseando por Kyoto encontramos este pensamiento en un pequeño templo llamado Jokyoji

"La única persona a la que uno tiene que encontrarse es a uno mismo"

 

Nonomiya. Como llegar al Santuario Shinto

Para llegar a conocer el santuario Nonomiya que esta situada en la zona llamada Arashiyama tiene varias rutas alternativas de tren.

1. Puede usar la linea Hankyu Arashiyama desde por ejemplo la estación Shijo Kawaramachi en el centro de Kyoto hasta la estación Arashiyama haciendo un cambio de tren en la estación Katsura. Esta ruta no es la mas recomendable.
2. Puede usar la linea Keifuku Dentetsu Arashiyama desde su estación terminal Shijo Omiya. A esta estación se puede llegar previamente con la linea Hankyu mencionada anteriormente.
3. Puede usar la linea JR (San-in) desde la estación de Kyoto (que es a donde llega el tren bala Shinkansen) hasta la estación Saga Arashiyama

Nonomiya El santuario en el campo

En una fría tarde de otoño, un monje de túnica marrón se acercaba a las montañas bermejas de Sagano, al oeste de la capital Kyoto. En su afán de practicar su fé, había viajado por varios templos y santuarios, asi como también habia visitado los sitios famosos de la capital. 

El paisaje de Sagano, sin embargo lo atraía y finalmente había logrado llegar a esa comarca, en las afueras de la ciudad, desde donde podia apreciar las hojas escarlatas de los árboles en las montañas, asi como de las aguas del río Ói que cruza Arashiyama, la montaña de las tormentas. 

Caminando unos cuantos minutos desde el río, el monje encontró un santuario abandonado, en medio de una ladera. El torii, la puerta que marca el límite entre lo sacro y lo mundano, era de madera y la cerca de arbustos, muy diferente a las sólidas puertas azafranadas de los santuarios de la ciudad.